Existió una vez una caja movediza de piezas sonoras. Un pollo inquieto la encontró, y dentro encontró perfomances de radio en directo, paisajes sonoros y microrrelatos que hablan, rugen y pían mejor que él. Microsonoro, el pollo inquieto, jamás ha querido dormir en la caja, pero te recomienda que te pongas unos auriculares para poder escucharla mejor.
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